No tengo la menor idea de cuánto
tiempo ha pasado desde la última vez que tú y yo cruzamos un par de palabras,
pero he de confesar que algunas veces, con ciertas canciones, con ciertos
aromas o con ciertos lugares, te cruzaste por mi mente, sonriendo, es así como
te recuerdo, de eso no existe duda; por eso es que decidí escribirte, para decir
¡Hola!, para que sepas que a veces sin quererlo o saberlo hiciste con tu
recuerdo sonreír a alguien y también escribo para agradecer cada segundo que
invertimos en crear esos recuerdos, por supuesto que hablo de mis recuerdos
contigo, mis memorias, obvio que no te culparía si no te recordaras de muchas
de las cosas que yo si recuerdo o qué quizá ni te recuerdes de mí, quien podría
saberlo.
Y hablando de recuerdos, tengo
una memoria que a veces me juega unas malas y otras muy buenas bromas, que de
vez en cuando me sorprende con buenos recuerdos, escondidos en cosas simples y
sencillas, esas cosas que le dan sentido a la vida, esas cosas que congelan el
tiempo y por un eterno segundo no puedes dejar de sonreír, y dentro de ese
abanico de buenos recuerdos, haz estado tú, te he encontrado en esas sonrisas
sin decir nada, en una canción que alguna vez nos gustó, al escribir una carta,
en tus carcajadas kilométricas, en nuestras buenas conversaciones, mensajes
indescifrables, códigos extraños, al cocinar algunos platillos, abrazos
reparadores, el frio de San Francisco, una caminata por su bahía, llamadas a
escondidas por horas, en fin tengo muchos buenos recuerdos de ti y quiero darte
gracias por cada uno de ellos, mi historia no podría contarse y sonar
maravillosa sin decir que hubo alguien con quien tuve esa complicidad.
No me disculparé por tomarme la
libertad de escribirte cada una de estas letras pues son para desearte un muy
buen día, mes o año, pues no sé cuándo me estés leyendo, deseo que cada momento
esté lleno de sonrisas, que siempre tengas abrazos grandes y fuertes, buena
música en el tránsito, un buen sushi, un gran libro por leer, un café
fantástico, aunque hace mucho que deje de tomarlos, esas cosas que le empiezan
a pasar factura a los adultos, ¿qué te diré?, deseo que tengas noches de sueño
en paz y descansos reparadores, desvelos que te roben sonrisas y celajes que
recuerdes cuando pienses en algo bonito, jornadas satisfactorias de trabajo y
momentos geniales dignos de ser recordados por toda la vida.
Le pido al Cielo que estos días
sean el inicio de los mejores años de tu vida, que te rodee de gente
maravillosa y que aleje a esa gente que de alguna manera no busca lo mejor para
ti, le pido también que seas tú el combustible para que las personas que te
rodean sean mejores seres humanos, deseo que Dios te bendiga y que todo lo que
hagas te salga bien, que emprendas viajes, que llenes un par de pasaportes con
sellos de todos aquellos lugares que deseas conocer, que tomes un buen vino con
los mejores atardeceres, que puedas comer las delicias en cocinas cotidianas en
ciudades increíbles, que sé yo de a donde quieras viajar, solo deseo que puedas
conocer cada lugar en tu lista, si es que tienes una, si no tienes una, es hora
de empezar… San Cristóbal de Las Casas sería fantástico.
Deseo que cada lagrima que
derrames sea al lado de alguien que te abrace, te entienda y pueda darte el
soporte necesario para afrontar cada situación, pues aprendemos con el pasar de
los días que llorar siempre será bueno, al final del día, sabiendo desde ya que
todo estará bien y que “Siempre habrá una manera” de salir adelante y volver a sonreír,
viviendo una vida dedicada a ser feliz, disfrutando de cada instante, sabiendo
que estas a un segundo, un minuto o un día más cerca de salir de ese problema, o
de alcanzar una más de tus metas, recuerda que cada día termina cuando el reloj
marca 23:59:59 y cada día empieza con un “00:00”, mágico segundo en el que tu
hoy pasa a ser pasado y recibes el mañana que es un extraordinario regalo de
Dios, un bello presente de parte del cielo.
Por último, quiero agradecerte,
por cada sonrisa, por cada lágrima, por cada suspiro, por cada abrazo, por cada
beso en las pestañas, por cada verso, cada párrafo que cobraron vida gracias a
ti, no olvides que eres un ser humano fantástico, puesto que en ti fue
depositada una esencia que al final, si tú decides, saldrá a flote para hacerte
la mejor versión de ti misma, aquella mujer que es plena consigo y que
probablemente ya estés disfrutando al día de hoy.
Solamente me falta regalarte un
abrazo de vuelta, esos que jamás supe cuáles eran, pero seguro son geniales
pues tú me regalaste muchos y jamás me hubieras regalado algo que no te hubiera
gustado recibir, al menos así he decidido creerlo, o un abrazo rico de esos que
nos reconstruían en unos segundos; Por
favor toma todos los cuidados necesario para siempre estar bien, aunque ambos
sabemos que habrán noches largas y no tan buenas, también sabemos que ser feliz va más allá de
solo estar contento, es una manera de vivir; por favor, ama con locura a tu
familia y disfruta de cada instante junto a quienes comparten contigo este
maravilloso viaje que llamamos vida, ha sido para mí un alegría enorme por fin
escribirte estas letras, con todo el cariño y bondad que aún conserva mi
corazón.
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