Me siento por un momento a un costado de mi cama, intento solamente estar, empezaré el ejercicio mágico de pensar, sonrío al pensar en lo que pienso, es una faena el ordenar mis pensamientos, que genera una avalancha de sentimientos, poco a poco descifro la cadena de eventos que me han traído hasta aquí… me interno en esta enredadera de acontecimientos, me sumerjo en cada una de las ideas, finalmente logro el hallazgo… he descubierto que eres Tú, Mi Dios… quien con muchos cuidados, por múltiples caminos e infinito amor me guiaste hasta este lugar, justo a este preciso momento, quisiera saber el por qué.
Han pasado tantas cosas, tantos días, tantas lunas, tantos soles, tantas nubes, tantas lluvias, tantas noches… van desfilando uno a uno, todos mis reproches… veo el rodar de cada una de las lagrimas derramadas… cómo olvidarlas si veo aun el surco dejado en mis mejillas… que por gracia… ahora son cubiertos con lagrimas por la dadiva de tus alegrías…
Estoy sentado en un lugar en donde nadie más pueda escucharme… hemos planeado este momento todo el día, este será un momento entre tu y yo… un momento en el que tus manos entren a mi habitación como una vez lo hicieron en el vientre de mi madre y me transformaran, me harán más como Tú, un momento en el que mi corazón se derretirá en tus manos… ahora que estás tan cerca, lo decido… elijo este instante y pregunto el por qué me haz hecho así… en un instante el ambiente ha cambiado, el momento es invadido por un murmullo que inunda mi ser… siento el calor de tus manos acercándose a mi, el murmullo aquel, me dice que la razón por la que fui hecho así, es por que me parezco a ti… que soy así por que Tú eres así… con tantas ganas de amar, con tantas ganas de abrazar, con tantas alegrías por compartir, con tantas ganas de acariciar un corazón, con tantas ganas de decir un sin fin de palabras con una sola mirada, con tantas ganas de fundirse en un abrazo… nuevamente puedo percibir el aroma de tu presencia, puedo ver el reflejo de mi sonrisa en el resplandor de tus ojos, tus ojos… la mayor y más maravillosa inspiración que ha tocado mi vida, tu mirada puesta en este tu hijo, me ves y sabes lo que siento, lo que pienso y lo que creo… me encanta que puedas entenderme de tal manera amado Padre.
He visto como has restaurado mi corazón, mi alma, mi cuerpo, mi mente, ha sido un trabajo de autentica artesanía, eres el mayor exponente de el arte, te he visto tallarme, esculpirme, ahora veo como llenas mi vida de colores, mil y un matices, tan diferentes uno de otros, cada uno colocado en el lugar perfecto, en este universo maravilloso de diseños celestiales, vuelves a decirme al oído… eres así pues yo soy así… me impulsas a seguir gritando en un papel, haciéndome participe de este maravilloso acontecimiento, que sucede en la soledad de mi habitación.
Eres Tú el que me formo, célula a célula, fibra por fibra, hueso por hueso, eres Tú quien me conoce mejor que yo, eres Tú quien ha sembrado esos sueños y anhelos en mi corazón, conociendo mucho antes de formarme el desenlace de cada uno de ellos. Sabes el día y la hora de ese momento… Eres Tú quien me formo a tu imagen y semejanza, eres Tú quien me ha permitido desarrollar esta habilidad que hoy me enseñas a usar como arte… regalándome destellos de tu gran creatividad… me enseñas a escribir de una manera diferente, no hay nada mejor que usar mis letras como pinceles, con la gama maravillosa de colores que hay en ti…
Padre, Hijo y Espíritu Santo son los 3 colores Básicos… y de ellos se derivaran todos los colores restantes, el color de el amor, del gozo, la paz, la paciencia, la benignidad, el color de la bondad, de la fe, de la mansedumbre, de la templanza, pureza, santidad, de la gloria, de la misericordia, de la fortaleza, en fin… Ahora con ellos empezaré a dibujar y pintar esperanza, fe, certeza y convicción en los corazones con los cuales me permitas compartir este nuestro momento… gracias Padre… Eres Tú quien me regala este nuevo comenzar, este nuevo amanecer, este nuevo suspiro, este nuevo sueño… en el que pondré lo mejor de mí, para dejarle saber a la vida, al mundo, a cada persona… que no hay nada mejor que vivir en tu presencia… Gracias Dios por que a cada instante me sorprendes, simplemente eres Asombroso…
