martes, 29 de noviembre de 2011

MU-NI-CI-PA-LI-DAD

Jamás se había escuchado tan hermosa esta palabra, hasta que la escuche de la boca de una pequeña llamada Loida, a 30 metros del edificio principal de la municipalidad de San Pedro La Laguna, parada al lado de un gran amigo, pero más que amigo, mi líder…

Sábado 5 am, disponíamos partir, por retrasos varios tuvimos que posponer nuestra partida hasta las 6:30, al parecer seria un día maravilloso, sin imaginarme lo grandioso que podría llegar a ser, un camino más que conocido para mi, fue un viaje para reencontrarme con mi infancia completa, pude sentir al calor del abrazo de mi papá, que por cierto para los que no lo sepan han pasado ya 8 años y medio desde la última vez que su corazón latió, en fin, entre por la puerta de ese restaurante al que con mucho esfuerzo nos llevaba de pequeños, todo me recordaba a él, fue inevitable derramar un par de lagrimas, para los que me conocen saben que fueron tal vez 4, aun podía escuchar su voz diciéndome que me pusiera mi suéter, no creí que una botella de cristal con jugo de mango me hiciera sentir tan cerca de aquel hombre que me enseño todo lo que soy, cada kilometro de esa carretera tiene un recuerdo que lleva inscrito el nombre de mi papa… un viaje lleno de emociones, al llegar a panajachel, tal vez el momento crucial de esta travesía, soy un fanático de la tierra… por lo cual tiendo a no meterme mucho con las grandes masas de agua, esta vez uno de mis mas grades temores seria enfrentado… y vencido, cruzamos el lago de atitlan en pleno xocomil, nos sucedieron tantas cosas que sería imposible tratar de describirlas con letras, al llegar a san Pedro, un momento muy importante, alimentación, todo parecía marchar de maravilla, pero como la ultima vez, el agua se volvía a hacer presente, una lluvia muy fuerte, escuche comentarios de “se está cayendo el cielo”… “el diluvio no fue nada comparado con esto” pero los que ya habíamos tenido la experiencia de Barberena, sabíamos que solo sería cuestión de tiempo para que el agua cesara…

La noche empezó a atrapar a este pequeño pueblo, empecé a ver gente correr, -hace falta esto, -hace falta aquello, era el tópico del día, la lluvia no colaboraba… la gente empezó a llegar a la cancha de básquetbol , si la lluvia no iba a detenerse… tampoco ella iba a detener a un pueblo sediento de Dios, faltaban minutos para iniciar… la prueba de sonido recién concluida… y el agua… desapareció de los cielos, la fe empezaba a crecer… el diluvio había cesado para que San Pedro La Laguna alabara y adorara a un Dios vivo… y empezamos!!!!

La alabanza fue dirigida por Andrés, tuvimos un par de inconvenientes con el sonido… pero ni eso detendría a una banda llena de adoración en sus corazones, por cierto… ese fue un momento glorioso en mi vida… déjenme contarles, el director de la banda es mi líder, el bajista de la banda es mi pareja ministerial, una de las coristas es una de mis mejores amigas de toda la vida, el percusionista es el primo de mi mejor amiga, lo cual lo convierte en un gran amigo, aparte de que me demostró su apoyo y cariño cuando más lo necesite… el baterista es el hermano de un gran amigo y consiervo, de un gran hombre de Dios al cual tuve el honor de enseñarle todo lo que se… acaso no es maravilloso servir con gente que amas a tu alrededor?

De momento las palabras “mágicas” fueron articuladas, Javier tomaba el micrófono y después de recordarnos de cómo una mujer cananea con una fe muy grande movía el corazón de Dios, nos motivaba a creer y a declarar… hay algo que siempre recordare desde mi primer viaje con Javier a San Pedro, eso es la fe de ese pequeño pueblo, una fe que hace descender a Dios mismo para abrazar a sus pequeños, bueno… sigo contándoles, las palabras “mágicas” fueron, “si hay alguien que cree por un milagro… pase aquí adelante” más del 60% de los presentes dieron ese primer paso que a mucho les cuesta… el equipo comienza a ministrar sanidad y liberación, quiero hacer un pequeño paréntesis para hacer esta mención y reconocimiento, Las mujeres de San Pedro son una gruesada para ministrar, para los que no sepan a qué me refiero con gruesada, me refiero a que son admirables y determinadas, bueno… ya estamos llegando al final…

Pero no sin antes contarles los últimos detalles… una Señora, Doña Camila llevaba 15 años sin escuchar en uno de sus oídos, esa noche, Dios le devolvió la audición… hubo sin duda una gran cantidad de personas que fueron libres de distintas opresiones, pero sin lugar a duda, el milagro que se roba mis letras y por el cual inicie a escribir esto… es el de Loida, una pequeña de 7 añitos, que cursa el 2do. Grado de primaria, “en la matutina” como ella misma lo dijo… tuvo que aprender a leer con muchas dificultades, su ojo izquierdo no tenia visión alguna y el ojo derecho “miraba nublado”, esas fueron las palabras de una mama, que reventaba en llanto al ver tan grande poder de Dios, llega el doctor y Javier pregunta… que paso con ella… el doctor le cuenta lo que yo ya les dije en las líneas anteriores… y Javier le dice… a ver… que dice allá en aquellas letras enfrente… las siguientes palabras articuladas definitivamente cambiarían mi vida para siempre… silaba por silaba MU-NI-CI-PA-LI-DAD… Jamás se había escuchado tan hermosa esta palabra, hasta que la escuche de la boca de Loida, a 30 metros del edificio principal de la municipalidad de San Pedro La Laguna, en serio quisiera poder describirlo, pero no he encontrado aun las palabras… solo puedo agradecer a Dios el permitirme ver este tipo de regalos y darle la Gloria a Él y la Honra a Él, por todo en lo que me ha permitido participar… gracias Todopoderoso Papá

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